(Fuente e imagen: Next-Up)Cómo está resultando el 2009 francés. En Navidades, la ciudad de Lyon realizó una campaña para evitar la compra de móviles a los niños. En enero, el gobierno francés estaba estudiando prohibir el móvil a los menores. En febrero, la histórica sentencia de Versalles, por la que se desmantelaba una antena por molestias a los vecinos. En marzo, la Declaración de París. En abril, un Alcalde quita el WiFi de los colegios de la ciudad, Hérouville-Saint-Clair. A principios de mayo, otro Alcalde cierra temporalmente un colegio hasta que no quiten la antena que hay a escasos metros del mismo, en Château-Thierry.
Ahora, un grupo de padres del colegio Jean Gerson, de la ciudad de Lyon, ha llevado a juicio a la operadora, para que retire la antena camuflada que existe a pocos metros del patio (en la foto). La petición de los padres, que se han unido en la "Campaña por unos colegios sin contaminación electromagnética", ha sido aceptada a trámite por los jueces.
Su petición es que se desmantele toda aquella antena cuyas emisiones no sean compatibles con la salud de las personas y unos niveles inferiores a 0,1 µW/cm² (o 0,614 V/m), siendo ésta una medida de urgencia temporal, ya que temen que dosis muy pequeñas de forma crónica sean peligrosas para los seres vivos. Algunos padres, que ven intolerable que exista un riesgo para la salud de los pequeños, incluso han llegado a plantear sacar del colegio a sus hijos.
Los políticos y el Ayuntamiento que han estado callados por este asunto de las antenas durante varios años, ahora tendrán que sentarse con todas las partes implicadas - incluyendo las operadoras, que tratan de utilizar todas las argucias y tácticas dilatorias-, para dar una solución a las exigencias de los padres con hijos en el colegio de infantil y primaria Jean Gerson.
El modelo con el que han estado funcionando hasta ahora las operadoras y políticos está llegando a su fin: es cierto que la gran mayoría de la población ignora el riesgo de utilizar su teléfono móvil al máximo, pero también es cierto que cada vez es mayor el número de personas que son conscientes de los peligros de las radiaciones que producen, y están en camino de convertirse en una gran masa crítica.
Ahora, un grupo de padres del colegio Jean Gerson, de la ciudad de Lyon, ha llevado a juicio a la operadora, para que retire la antena camuflada que existe a pocos metros del patio (en la foto). La petición de los padres, que se han unido en la "Campaña por unos colegios sin contaminación electromagnética", ha sido aceptada a trámite por los jueces.
Su petición es que se desmantele toda aquella antena cuyas emisiones no sean compatibles con la salud de las personas y unos niveles inferiores a 0,1 µW/cm² (o 0,614 V/m), siendo ésta una medida de urgencia temporal, ya que temen que dosis muy pequeñas de forma crónica sean peligrosas para los seres vivos. Algunos padres, que ven intolerable que exista un riesgo para la salud de los pequeños, incluso han llegado a plantear sacar del colegio a sus hijos.
Los políticos y el Ayuntamiento que han estado callados por este asunto de las antenas durante varios años, ahora tendrán que sentarse con todas las partes implicadas - incluyendo las operadoras, que tratan de utilizar todas las argucias y tácticas dilatorias-, para dar una solución a las exigencias de los padres con hijos en el colegio de infantil y primaria Jean Gerson.
El modelo con el que han estado funcionando hasta ahora las operadoras y políticos está llegando a su fin: es cierto que la gran mayoría de la población ignora el riesgo de utilizar su teléfono móvil al máximo, pero también es cierto que cada vez es mayor el número de personas que son conscientes de los peligros de las radiaciones que producen, y están en camino de convertirse en una gran masa crítica.
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