No sabemos si Francia ya tiene información de los resultados finales del proyecto Interphone, pero ya hemos visto cómo se ha adelantado a tomar medidas preventivas.
Y mientras en el país vecino empiezan a moverse, en el nuestro, algunos "expertos" dicen que no hay ningún estudio científico que den soporte a la postura francesa. Si son científicos, no sabemos por qué no conocen nada de ésto:
- El Comité Nacional Ruso para la Protección de Radiaciones No Ionizantes (RNCNIRP), el informe que enviaron a la OMS en el 2007, los niños tienen un riesgo muy alto de contraer algún tipo de cáncer derivado de la exposición a las radiaciones de estos campos electromagnéticos (CEM). Este Comité de científicos Rusia -que sí que han estudiado los efectos de los CEM sobre la salud- llevan ya cuatro avisos alertando de los riesgos que corren los menores con el teléfono móvil.
- La Autoridad Nacional de Finlandia para la Seguridad Nuclear y de Radiaciones (STUK), ha emitido recientemente un comunicado en el que recomienda, por precaución, que los niños no utilicen el teléfono móvil: "los padres deberían mantener a sus hijos lejos de esta tecnología lo máximo posible".
- Los recientes meta-análisis de Hardell y de Armstrong concluyen resultados que alertan de los riesgos y desaconsejan el uso de los móviles por parte de los niños.
- El estudio del Joseph Friedman -The Weizmann Institute of Science de Israel -, que descubrió el mecanismo biológico que daña a células del organismo expuestas a radiaciones de telefonía móvil muy por debajo de los límites propuestos por la ICNIRP.
- Ronald Herberman, director del University of Pittsburgh Cancer Institute, realizó un llamamiento recomendando prudencia en la utilización del móvil, especialmente por parte de los niños.
- Los CEMs pueden alterar el sistema inmunitario -con todo lo que ello puede suponer-, según el catedrático Olle Johansson.
- El equipo francés de Interphone, adelantó en septiembre de 2007 unos resultados que apuntaban una “tendencia general” de que, los usuarios que utilizan durante un largo plazo el teléfono móvil, tienen un mayor riesgo de desarrollar un glioma (tumor cerebral).
- Una para los físicos. Cuando se habla de radiaciones no ionizantes, no pueden decir que, como no tienen energía suficiente para romper las moléculas de ADN, hay que descartar sus posibles efectos biológicos. Hay otros datos físicos que también hay que tener en cuenta.
- Pero no sólo son los niveles y la dosis de exposición. También depende del tiempo o momento de la exposición. Puede ser que exposiciones bajas, o puntuales, durante etapas críticas del desarrollo (embarazo, infancia) podrían producir efectos permanentes en el organismo. Y esto no se puede descartar: sabemos que estas radiaciones no ionizantes pueden dañar el ADN (SCIENCE nº322, noviembre 2008).
- Por otra parte, aunque los potenciales efectos de la telefonía móvil pudieran ser leves en un individuo, estos podrían llegar a tener gran repercusión en la sociedad, debido a la amplia tasa de penetración de esta tecnología (114% según un reciente estudio de la UE).
- Finalmente, si los padres viesen un vídeo de catedráticos explicando los riesgos de la telefonía móvil para la salud o la imagen -puesta en portada- de cómo los CEM atraviesan el cerebro de un menor (Gandhi, Lazzi, Furse et al. 1996), posiblemente se lo pensarían mucho más antes de regalar un móvil a un menor y decidir por otro regalo más acorde con su edad. Y eso, sin hablar de los preocupantes problemas de adicción al móvil que se están detectando entre adolescentes...
Tecnología sí, pero con racionalidad, educación, sentido común, a la edad correcta, minimizando su impacto y en su justa medida. TODO en exceso es malo.