21 noviembre 2008

Nota de Ezpitsua – EGUZKI – Ekologistak Martxan – Sagarrak – Ekeuko-Covace y Antena NO-Getxo

Recientemente, hemos podido ver cómo el sistema económico en el que nos hemos estado moviendo durante décadas, se tambaleaba por la falta de control y las ansias de ganar dinero de unos pocos. Lo mismo está pasando, pero con las comunicaciones inalámbricas.

Si se reconociera que la telefonía móvil es perjudicial para la salud, esta industria también podría desmoronarse. La diferencia está en que ahora está en juego nuestra salud y la de las siguientes generaciones.

Los campos electromagnéticos (CEM) no se ven, no se oyen, no se sienten, pero están ahí y se pueden medir. Proceden de:
  • La telefonía móvil
  • Sistemas WiFi – WiMAX – DECT
  • Radares
  • Estaciones emisoras de radio y TV
  • Los cables de Alta Tensión
  • Los Transformadores Eléctricos

Y estos campos electromagnéticos están emitiendo radiaciones (no ionizantes). La instalación de miles de estaciones base de telefonía móvil (EBTM), muchas de ellas de forma descontrolada e ilegal, hace que se disparen los niveles de este tipo de emisiones.

Hoy en día hay numerosos estudios que demuestran que la exposición prolongada a este tipo de radiación genera alteraciones y afecciones a la salud. Los síntomas son:

  • Ansiedad – Dolor de cabeza –Fatiga – Insomnio – Depresión – Cáncer – Leucemia infantil…

Ante esto las operadoras e instituciones nos cuentan que no pasa nada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que no afectan a la salud.

Lo que no nos dicen es que este mismo organismo, la OMS, tiene clasificados a los campos electromagnéticos de baja frecuencia en el grupo B2, que es la clasificación para los elementos posiblemente cancerígenos para el ser humano.

Las pólizas de seguros de responsabilidad civil que establecen las compañías constituyen el mejor indicador del riesgo.

  • En la de AIRTEL (pág. 18- punto 19), dice:
    EXCLUSIÓN USO TELÉFONOS MÓVILES
    Se hace expresamente constar que por esta póliza no quedan cubiertas las responsabilidades legales con respecto a daños personales, enfermedad, incapacidad de cualquier tipo, muerte, enfermedad mental, angustia mental, dolor mental o físico, trastorno o deterioro o desorden mental o físico o cualquier síntoma mental o físico causado o supuestamente causado o contribuido por el uso continuado de teléfonos móviles.
  • En la de IBERDROLA (pág. 19-punto I), dice:
    EXCLUSIONES COMUNES PARA TODAS LAS GARANTIAS
    Reclamaciones por daños o pérdidas ocasionadas directa o indirectamente por o como consecuencia de campos electromagnéticos.
  • Una de las aseguradoras más famosas, la LLOYD´S londinense, ya se prepara, desde el año 2007, ante la posibilidad de que se establezca un vínculo entre la telefonía móvil y alguna enfermedad, que daría lugar a infinidad de demandas contra las operadoras, como ha ocurrido con el tabaco.

Las resoluciones de Benevento y de Venecia piden también una reducción de estos límites, ante las evidencias científicas de que producen efectos adversos para la salud. Estas evidencias pueden encontrarse en el Informe Bioinitiative o bien en una reciente comisión del Congreso de USA.

La Agencia Europea de Medio Ambiente también apoya esta iniciativa, recordando lo que puede pasar si actuamos igual de tarde que con el tabaco o el amianto. Por otra parte hoy hay una gran preocupación con este tema, lo que a su vez está generando una importante movilización de personas afectadas y surgen asociaciones por todas partes para luchar por los derechos de la salud.

Por todo ello, pedimos que se actúe ahora. Y NOS DIRIGIMOS A LA OPINIÓN PÚBLICA

1º - A todas estas asociaciones y personas afectadas para juntarnos y coordinar las reclamaciones y reivindicaciones, POR NUESTRO DERECHO A LA SALUD.

2º - A la Iglesia, como institución, ya que en gran parte de las torres de sus templos y locales se están desplegando infinidad de antenas, que en la mayoría de los casos ni siquiera tienen las licencias correspondientes, a que reflexionen sobre el tema y no sólo tengan en cuenta las ganancias económicas y la salud del alma sino también la del cuerpo de los ciudadanos y ciudadanas que vivimos en sus alrededores.

3º - A los Sindicatos para que, en el ámbito de sus competencias, tengan en cuenta este tema que también lo es de Salud Laboral y en la educación, sanidad y asistencia de geriatría, que además forman parte de lo que denominan grupos de población más vulnerables.

4º - A las Operadoras y Empresas que trabajan con las fuentes que generan estos campos electromagnéticos, para que empiecen a desarrollar hábitos de buenas prácticas, que tengan en cuenta la salud de la ciudadanía, ya que ésta también la formamos sus clientes y el personal de sus plantillas. Que sigan el ejemplo de Salzburgo, donde las operadoras se juntaron con los grupos ciudadanos para buscar la forma de mantener la cobertura sin perjudicar a la salud.

5º - Y en especial, a los Partidos Políticos, ahora que se acerca la campaña electoral:

  • Que se acuerden de recoger en sus programas el compromiso de desarrollar una legislación de la que carecemos en estos momentos y que ésta sea garantista de la salud y los derechos de la ciudadanía.
  • Que promuevan una Ley en donde se establezca como un nivel de referencia para estas radiaciones menor que 0,1 µW/cm², ya que es a partir de esta medida, o superiores, cuando se empiezan a dar las alteraciones celulares. Que se tengan en cuenta para la ubicación de emisores de CEM a los centros sensibles y las zonas de permanencia habitual de personas. Que se promuevan los estudios científicos previamente a introducir en el mercado nuevas tecnologías inalámbricas. Que se restrinja el acceso a los móviles de los menores y que las operadoras sean sancionadas duramente si cruzan la legalidad.
  • Que se planteen el gasto económico en Sanidad que puede suponer no legislar a tiempo.

Por todo esto llamamos a todos en general para que se tenga en cuenta y se aplique el principio de precaución, que adquieran compromisos y apoyen este manifiesto de mínimos.
1- Aplicación efectiva del principio de precaución para los posibles efectos biosanitarios y del principio ALATA (la mínima emisión técnicamente posible). Establecimiento de un valor límite exposición ciudadana que impida que se produzcan cambios celulares o biológicos de ningún tipo
2- Valor límite por debajo de alteraciones en el ámbito celular para la suma de ondas de las emisiones de todo tipo de infraestructura de transmisión sin cables de uso industrial (radio, televisión, radar, telefonía móvil, radio-enlaces,…) o doméstico (antenas de radioaficionados, tecnologías GPRS, UMTS, Bluetooth, Wi-Fi, WiMAX, DECT.
3- Información y justificación exhaustiva, así como la descongestión de áreas de saturación sobre-expuestas, previa a la instalación de estaciones base de telefonía móvil y participación activa de los ciudadanos en el ámbito local.
4- Estudio de diversas localizaciones alternativas para la ubicación de una estación base.
5- Moratoria en el despliegue de las redes UMTS y WiFi y WIMAX por su alto contenido energético. Promover las alternativas a los sistemas de comunicación sin hilos, por ejemplo: uso de la fibra óptica y de los cables coaxiales.
6- Minimización de los impactos paisajísticos, visuales y ambientales en el medio rural y urbano.
7- Establecimiento de un mapa radioeléctrico urbano que refleje el conjunto de emisiones radioeléctricas en tiempo real y de forma continua.
8- Máximo control sobre la ubicación de antenas e infraestructuras de telecomunicaciones en zonas residenciales especialmente, y con mención especial, sobre áreas hospitalarias infantiles.
9- Estudios epidemiológicos sobre población residencial, que hayan sido expuestas de una manera permanente y continua, con la participación de científicos y técnicos de independencia demostrada al dispositivo jerárquico de la administración y de la Industria inalámbrica. Fomento de la investigación pública sobre los efectos en la salud y dotación presupuestaria para ello.
10- Creación de una entidad de inspección y seguimiento de las estaciones base después de su instalación con participación de científicos y técnicos independientes.
11- Creación de una base de datos pública como el registro de todas las estaciones base y sus emisiones.
12- Elaboración de un código de buenas prácticas y Campañas específicas contra el uso y abuso del móvil y conductas adictivas al mismo, sobre población adolescente y adulta. Limitar el uso del teléfono móvil e inalámbrico a niños, jóvenes y adolescentes al nivel más bajo posible y prohibir, de una manera urgente a compañías de telecomunicación, la comercialización y publicidad dirigida expresamente a ellos.
13- Reconocimiento legal del potencial riesgo sanitario derivado de la exposición residencial y laboral a campos electromagnéticos e incorporarla expresamente en el epígrafe de Actividades Molestas, Nocivas y Peligrosas.

Por último recordar que sólo desde el trabajo en común de todas las partes implicadas, con información clara, transparencia y la participación ciudadana se encontrarán las soluciones adecuadas.

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