Campos electromagnéticos y salud, a debate

(Fuente: E. O'Connor)

El pasado 8 y 9 de septiembre se celebró en la Royal Society de Londres la primera Radiation Research Trust Conference. En dicha conferencia se trató de realizar un debate entre científicos, políticos, legisladores, medios de comunicación y el público general acerca de establecer una correcta aproximación frente a la exposición a radiación electromagnética producida, entre otros, por la telefonía móvil y otros sistemas inalámbricos. El uso de esta tecnología se está incrementando cada día más, y no se hace ninguna advertencia al público, principalmente a los niños.

En esta conferencia han participado personas como Emilie van Deventer, Sir William Stewart, Paolo Vecchia, Michael Repacholi, Yury Grigoriev, Henry Lai, Lennart Hardell, Olle Johansson o Gerd Oberfeld, entre otros. Como pueden ver o conocer, personas con posturas bien diferentes en relación a los posibles riesgos de las radiaciones no ionizantes que producen, pero que se juntan en un foro para debatir una aproximación al principio de precaución.

A ver si toman ejemplo la CCARS y el Ayuntamiento de Getxo y lo que organizan (si sigue en pie) es un debate real y no un monólogo del Sr. Vargas y adjuntos. Tres datos de la charla con la que quería adoctrinarnos nuestro Alkatea y que la resolución del Parlamento Europeo muestra de forma bien distinta:

1. Informe Bioinitiative (cuyo resumen ha enviado reiteradamente nuestra Asociación al Ayuntamiento). La propaganda del Ayuntamiento dijo que se trataba de una reunión de amigos que se juntaban para ganar dinero y reunidos por Cindy Sage, que lo único que le interesaba era ganar más pleitos. El Parlamento Europeo dice, en el punto 21 de su resolución, que manifiesta gran interés por dicho informe, cuyas conclusiones señalan los peligros que entrañan para la salud las emisiones de telefonía móvil,...
2. La realidad que nos mostró el Ayuntamiento de Getxo es que los niños no eran más sensibles a las radiaciones de la telefonía móvil. Bien, pues la resolución europea parece mostrar otra realidad en la que cita dentro de los grupos de personas vulnerables no sólo a los niños, sino también a las mujeres embarazadas, los recién nacidos y las personas de edad avanzada (puntos 7 o 22).
3. Finalmente, el Ayuntamiento de Getxo nos hace saber que todos los Comités Internacionales que estudian las radiaciones no ionizantes están de acuerdo con los límites actuales y que no hay porque temer nada si no se sobrepasan los límites establecidos en la ley. Vuelve el Parlamento Europeo a mostrar otra realidad -al margen de que el Comité Nacional Ruso no estaba ni está de acuerdo con esa afirmación de forma pública-, adviertiendo que los límites establecidos son obsoletos y que habría que fijar unos valores límite de exposición más exigentes.

Esperemos que, ya que el Ayuntamiento insiste en querer mostrarnos la realidad de cómo pueden afectar las radiaciones de la tecnología de la telefonía móvil, haga un esfuerzo con la CCARS y traiga al menos a Frédérique Ries o a científicos que apoyen la resolución europea.