(Fuente: Deia, El Mundo y Consumer; imagen: El País)
La reciente "Encuesta de Infancia en España 2008", que arrojaba entre sus resultados que un 43% de los niños entre 6 y 11 años tiene móvil -porcentaje que alcanzaba el 82% entre los 12 y 14 años-, no ha dejado indiferente a varias asociaciones.
Nosotros ya advertíamos del peligro que prodría suponer este avance tecnológico para los niños, que no es indispensable para ellos y que puede tener consecuencias en su salud. Hoy leíamos como Juan Manuel Romero, vicepresidente de la asociación "Adicciones Digitales", que trabaja para fomentar un uso racional y razonable de las nuevas tecnologías, considera estos datos como "una auténtica burrada", y se pregunta: "un niño de 5, 6, 7 años ¿necesita realmente un teléfono?".
A principios de año, esta misma organización ya alertaba este enero pasado que "lo mejor es que no se le compre a un niño un móvil antes de los doce años, e incluso a esa edad puede ser un poco pronto". Como ya hemos visto en otros casos, pueden generarles graves problemas de dependencia.
Guillermo Cánovas, presidente de "Protégeles" cita, entre los riesgos de la utilización del móvil por parte de los menores, el gasto descontrolado, por llamadas, mensajes o la descarga de videojuegos, logos o politonos, y la posibilidad de acceder, vía internet, a contenidos que no son adecuados para un menor. Curiosamente, según su estudio, el móvil no es utilizado por los menores como tal, salvo en contadas ocasiones.
José Antonio Luengo, psicólogo y secretario general de la misma institución, insiste en la idea de que el móvil "nunca" puede ser visto como un juguete. "No es ni lo debe ser nunca. Por eso no entiendo que los padres lo regalen por Navidad o en otras fechas señaladas. Muchos niños, pero también muchos padres, consideran que es un elemento de uso obligatorio. Y se equivocan".
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