Según la noticia aparecida el pasado sábado, anualmente la población de gorriones comunes ha descendido en 400.000 ejemplares sólo en Madrid, Valencia y Castilla y León. En Barcelona cifran que en unos 20 años, la población de gorriones comunes puede quedarse en la mitad. En 2007 estimaron una población de gorriones comunes a nivel estatal de cerca de 163 millones de ejemplares.
En Europa, estas aves no corren mejor suerte: en Londres, esta especie (Passer domesticus) está a punto de pasar a ser especie en peligro de extinción, ya que desde 1970 ha perdido el 71% de su población.
Entre las principales causas de tal descenso, los expertos apuntan a la excesiva limpieza de las calles o la presencia de otras aves más agresivas (como las palomas). Sin embargo, además de otros factores ambientales, Juan Carlos del Moral, del Área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife, advierte que «los nidos de cualquier especie situados cerca de antenas de telefonía móvil dan unos índices escandalosamente bajos de productividad».
Esta afirmación está en la línea de lo que ya comentó en la Aniruddha Mukherjee, director del departamento de ciencias ambientales en la Universidad de Calcuta (India) hace casi dos años: «la población de pájaros como los gorriones y las palomas se ha visto afectada por las ondas electromagnéticas de las estaciones base de telefonía móvil». O la que realizó en el 2003 el Dr. Vijayan, Director del Salim Ali Centre for Ornithology and Natural History (SACON), «se han realizado varios estudios para encontrar si existía una relación entre el incremento de ondas electromagnéticas y el descenso en la población de gorriones. Una correlación positiva se ha encontrado entre ambos».
Todo ello sin olvidar los estudios realizados por el biólogo de fauna silvestre Alfonso Balmori, de Valladolid, España informa que: “La radiación electromagnética es una forma de contaminación ambiental que puede dañar la fauna silvestre. Las antenas de telefonía móvil ubicadas en las áreas donde viven, están irradiando continuamente a algunas especies que podrían sufrir efectos a largo plazo, como la disminución de sus defensas naturales, deterioro de su salud, problemas de reproducción y reducción de su territorio útil por deterioro del hábitat. Por lo tanto, la contaminación de microondas y radiofrecuencia constituye una causa potencial para la disminución de las poblaciones de animales y el deterioro de la salud de las plantas que viven cerca de las antenas de telefonía."
En Europa, estas aves no corren mejor suerte: en Londres, esta especie (Passer domesticus) está a punto de pasar a ser especie en peligro de extinción, ya que desde 1970 ha perdido el 71% de su población.
Entre las principales causas de tal descenso, los expertos apuntan a la excesiva limpieza de las calles o la presencia de otras aves más agresivas (como las palomas). Sin embargo, además de otros factores ambientales, Juan Carlos del Moral, del Área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife, advierte que «los nidos de cualquier especie situados cerca de antenas de telefonía móvil dan unos índices escandalosamente bajos de productividad».
Esta afirmación está en la línea de lo que ya comentó en la Aniruddha Mukherjee, director del departamento de ciencias ambientales en la Universidad de Calcuta (India) hace casi dos años: «la población de pájaros como los gorriones y las palomas se ha visto afectada por las ondas electromagnéticas de las estaciones base de telefonía móvil». O la que realizó en el 2003 el Dr. Vijayan, Director del Salim Ali Centre for Ornithology and Natural History (SACON), «se han realizado varios estudios para encontrar si existía una relación entre el incremento de ondas electromagnéticas y el descenso en la población de gorriones. Una correlación positiva se ha encontrado entre ambos».
Todo ello sin olvidar los estudios realizados por el biólogo de fauna silvestre Alfonso Balmori, de Valladolid, España informa que: “La radiación electromagnética es una forma de contaminación ambiental que puede dañar la fauna silvestre. Las antenas de telefonía móvil ubicadas en las áreas donde viven, están irradiando continuamente a algunas especies que podrían sufrir efectos a largo plazo, como la disminución de sus defensas naturales, deterioro de su salud, problemas de reproducción y reducción de su territorio útil por deterioro del hábitat. Por lo tanto, la contaminación de microondas y radiofrecuencia constituye una causa potencial para la disminución de las poblaciones de animales y el deterioro de la salud de las plantas que viven cerca de las antenas de telefonía."
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