22 febrero 2010

Interesante resumen

(Fuente e imagen: Crónica de Aragón)

Recientemente hemos recibido un interesante reportaje aparecido en el diario digital 'Crónica de Aragón' en donde se hace un interesante recorrido por el estado del arte de la telefonía móvil y estudios al respecto que han pasado un poco de tapadillo, y que a muchas personas les ha interesado que así fuera. No está nada mal recordar un poco...

Comienza el artículo con una acertada visión de lo que está sucediendo: nos estamos encontrando con un medio contaminado por ondas electromagnéticas artificiales -CEM-, que están imponiendo niveles de exposición permanente desconocidos hasta la fecha para el ser humano y que sobrepasa lo que el organismo humano ha tenido por costumbre vivir -los CEM naturales-.

En 2007, la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) cuestionó los límites de exposición a los CEM establecidos por la mayoría de estados miembros, incluyendo los que emiten los sistemas WIFI. En el 2009, el Parlamento Europeo, basándose en estudios como el Bioinitiative, aprobó casi por unanimidad una resolución donde se solicitaba al Consejo “modificar su recomendación de hace diez años -1999/519/CE- con el fin de tener en cuenta unas mejores prácticas en cada país y fijar así unos valores límites de exposición más exigentes". Algunos países como Polonia, Luxemburgo, Italia, Grecia, Liechtenstein, incluso algunas ciudades como Bruselas, París, Salzburgo, y últimamente en España Leganés, han reaccionado y han establecido unos niveles más restrictivos, con el fin de garantizar el Principio de Precaución.

Destacan entre los proyectos europeos de investigación tristemente inacabados, los proyectos Reflex e Interphone. El primero, cuando se publicó en el 2004 que, de los 12 laboratorios Europeos que habían participado, 11 habían llegado a la conclusión de que la radiación de la telefonía móvil, a los límites de exposición actual, produce modificaciones en el ADN celular, éste se quedó sin financiación (coincidencia). Fuertes presiones, al parecer del lobby de la industria de los móviles, evitaron la continuidad de la investigación acerca de por qué se producía esa modificación del ADN celular.

El segundo proyecto comenzado en 1999, el Interphone de la IARC -dependiente de la OMS-, sigue retrasando las conclusiones finales, a pesar de los adelantos que se hacen del mismo por científicos participantes en la investigación, que sugieren que el uso de teléfonos móviles con regularidad durante más de 10 años provoca un incremento del riesgo a desarrollar ciertos tumores.

También aparece la tesis doctoral de 2008 de la Universidad Católica de Lovaina – UCL (Bélgica). La tesis de Dirk Adang, midió el impacto de los CEM en cuatro grupos de ratas. Los roedores de tres de estos grupos fueron expuestos durante 18 meses, equivalente al 70% de sus vidas, a diferentes niveles de CEM, dentro de las normas internacionales establecidas. El grupo de control no fue expuesto.

Las conclusiones fueron que había un efecto de la exposición de los CEM sobre el sistema inmunitario de las ratas ( el estudio sugiere que el organismo responde a la exposición a dosis electromagnéticas bajas como una agresión exterior) y que existía una alta tasa de mortalidad: 60% de las ratas en los tres grupos expuestos murió dentro de los tres meses siguientes al final del experimento, contra 29% en el grupo control.

A pesar de mencionar los estudios de Gómez–Perretta (La Ñora), de Wolf&Wolf en Israel, del estudio Naila y algunos otros, el reportaje también indica que se han realizado más estudios en relación a los móviles que a la exposición a la radiación de las antenas de telefonía: pero esta última es permanente -a diferencia de la de los móviles- y las antenas de telefonía van acompañadas de radioenlaces a frecuencias muy elevadas (unos 35 Ghz.), sin existir mecanismos severos de control público.

Destaca la aparición de varias sentencias judiciales europeas a favor del Principio de Precaución, como la sentencia de Frankfurt de 27 de septiembre de 2000, la de 13 de febrero de 2001 de la Audiencia Provincial de Murcia, la sentencia del Tribunal de Apelación de Versalles (Francia) de febrero de 2009 (en donde se reconoce que las antenas de telefonía son un peligro para la salud) o la reciente de 25 de diciembre de 2009 del Tribunal de Brescia (Italia), en donde el juez reconoce el nexo causal y consiguiente sentencia de invalidez por exposición profesional a CEM.

También reconoce la existencia de cientos de sentencias favorables a los intereses de los Ayuntamientos que defienden recuperar la legalidad urbanística, y en favor del principio de acuerdo sobre la unanimidad en las comunidades de propietarios, teniendo en cuenta la Ley de la Propiedad Horizontal.

Finalmente, hace un recorrido por Zaragoza, en donde el planteamiento, principalmente de la clase política, no deja lugar a muchas dudas de con quién están y lo que entienden por Principio de Precaución.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanta información, que interesante.