13 octubre 2006

Los estudios manipulados nos tranquillizan

A mediados de mayo de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitía un informe realmente esperanzador. Sin embargo, ya lo comentábamos, hay que tener bastante cautela, dado que la manipulación está a la orden del día. La propia OMS nos explica cómo hacerlo.

Nos gustaría saber quién ha pagado los estudios en los que se basa la OMS: ¿la industria de la telefonía móvil?. La Asociación Internacional de Editores de Publicaciones Médicas (ICMJE) ya avisaba en el 2003 que la financiación es el primer conficto de intereses identificado, que puede restar credibilidad al mensaje. Y muchos estudios han sido pagados por la industria, al igual que lo hizo el lobby de las tabaqueras: el tabaco es el tema que más estudios ha generado.

"En los estudios no se han encontrado pruebas de que la exposición a RF de los transmisores aumente el riesgo de cáncer. [...] De todos los datos acumulados hasta el momento, ninguno ha demostrado que las señales de RF producidas por las estaciones de base tengan efectos adversos a corto o largo plazo en la salud".- Dice la OMS.

Lloyd Morgan ha analizado los estudios elaborados hasta finales de julio de 2006. En rojo, los estudios pagados por la "industria" y en azul los elaborados por científicos independientes. Hacia la derecha, significa que existe mayor riesgo de padecer los distintos tumores cerebrales.



"Los estudios con seres humanos y animales en los que se han examinado las ondas cerebrales, las funciones intelectuales y el comportamiento tras la exposición a campos de RF, como los generados por los teléfonos móviles, no han detectado efectos adversos.[...] No hay pruebas de que se produzcan alteraciones del sueño o de la función cardiovascular".- Dice la OMS.

E.A. Navarro et al. (2003), The Microwave Syndrome: A Preliminary Study in Spain, Electromagnetic Biology and MedicineVolume 22, Issue 2, (2003). Estudio que relaciona la exposición a campos de RF con tendencia a la depresión, fatiga, desórdenes de sueño, dificultad de concentración y problemas cardiovasculares.

A poco que hemos buscado, y sin el presuesto de la OMS, hemos encontrado información de signo bien distinto. Y por más que digan que tienen lagunas estos estudios contrarios a la OMS, esto no implica que los riesgos encontrados ya no existan. Dirán que los resultados no han podido obtenerse de nuevo: el proyecto Interphone ha seguido la misma metodología, y de los 7 estudios mostrados 4 han hallado evidencias de que el uso durante más de 10 años de teléfonos móviles incrementa el riesgo de padecer tumores cerebrales.

Sólo pedimos a la OMS y al resto de organismos públicos que, ante esta disparidad científica, que no puede asegurar la inocuidad de la tecnología de forma rotunda, por favor aplique el principio de precaución y aleje de las viviendas y núcleos de población las antenas. Que la disculpa de la cobertura no prevalezca sobre los derechos de las personas.

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