Esta fotografía está tomada ayer mismo desde el propio museo Guggenheim Bilbao. Las operadoras no respetan para nada las zonas sensibles, catalogadas como tal por la Organización Mundial de la Salud. Ni la cercanía de hospitales, ni de colegios, ni de plazas públicas,... suponen para las operadoras una posibilidad para replantearse la ubicación de antenas. Sucede en todas partes igual.
Y no vale con que emitan muy por debajo de los niveles legales, que no significa que sean los seguros para nuestra salud: de acuerdo que, con esa potencia uno no se quema al pasar por delante de las antenas (EFECTO TÉRMICO). Lo que nadie dice, ni los políticos regulan en leyes, son los EFECTOS NO TÉRMICOS: el "Sídrome Microondas" - dificultad de conciliar el sueño, problemas cutáneos, problemas cardiovasculares, problemas oculares, pérdida de memoria, falta de concentración, estrés nocturno, depresión, etc.- y los genotóxicos (la forma de la onda y los pulsos de la misma pueden alterar las cadenas de ADN).
Podemos hablar cómo las emisiones de las antenas llegan incluso a ser también un desencadenante más de tumores. Sin ir más lejos, en Santutxu, se han producido 9 muertes de este tipo (Fuente: Deia.com) y hay 7 casos de cáncer desde que se pusieron antenas en las proximidades. ¿Coincidencia?. Esto hace que la gente empiece a cansarse de la actitud prepotente de las operadoras, que blindan sus contratos (Fuente: Tribuna de Salamanca) con incautos vecinos por 10,15 o 25 años. Así, el pasado martes 14 de noviembre, cerca de 500 personas (aunque en los medios dicen 200), se manifestaron en Santutxu en contra de las antenas (Fuente: Deia.com).
16 noviembre 2006
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