10 agosto 2006

Antenas y móviles: ¿inocuos?

Insisto, no tenemos que demostrar que los campos electromagnéticos producidos por los móviles a las frecuencias en las que trabajan las estaciones base (antenas) pueden resultar perjudiciales. Son las operadoras las que nos deben demostrar que esta tecnología, a las distancias que nos proponen, son inocuas.

Por el momento, lo único que encuentro es que no hay nada claro y que es necesario realizar más estudios (sólo algún "bien pagado" puede afirmar tajantemente su inocuidad). Mientras, nadie aplica el principio de precución y sigo encontrando estudios nada tranquilizadores...

Zhengping Xu de la Escuela Universitaria de Medicina de Zhejiang, durante el IV Seminario Internacional de Campos Electromagnéticos (EMF) y efectos Biológicos, que tuvo lugar en Kunming, China, del 12-16 de septiembre de 2005, presentó un estudio que concluía que, las células expuestas a una radiación de radiofrecuencia (RF) de 1800 MHz y un SAR de 3 W/Kg durante 24 horas seguidas, tenían una probabilidad alta de dañar el ADN.

Esto viene a sumarse a otros estudios en los que se relacionan los campos electromagnéticos que producen los teléfonos móviles y las estaciones base (antenas) con alteraciones en el ADN humano. El Proyecto REFLEX, financiado por la UE, ya anunciaba en diciembre de 2004, que frecuencias de 1,8 GHz. podrían afectar al ADN. En junio de 2005 otro estudio del Instituto Hunter de Investigación Médica de Newcastle, de Australia, con ratones expuestos medio día a 900 MHz. y una tasa de absorción de 90 mW/kg también lo ratifica. Al igual que el estudio de
la Universidad de Viena (junio de 2005).

Otros estudios como el del Dr. Lennart Hardell, de la Universidad sueca de Örebro, (junio de 2005), o el del Instituto Karolinska, (noviembre de 2004) o del grupo alemán del proyecto Interphone (octubre de 2005) advierten que con este tipo de radiaciones (EMF) también aumenta el riesgo de padecer meningiomas o neuromas acústicos (tumores en el cerebro).

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