El famoso proyecto Interphone, cuyo objetivo es estudiar si existe una relación entre el uso del teléfono móvil y determinados tipos de cáncer, en particular tumores cerebrales, del nervio auditivo y de la glándula parótida, parece que va a publicar los resultados definitivos, tras 5 años de retraso (deberían haber publicado el informe final a mediados de 2005). Por lo visto, el próximo 18 de mayo se publicará en la web del International Journal of Epidemiology un avance de las conclusiones finales del estudio, que está programado sea publicado definitivamente en el número de junio. Aún no se sabe si será de libre acceso.
En el estudio, que ha contado con un presupuesto de 30 millones de dólares, han participado investigadores de Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia y del Reino Unido. La última vez que emitieron un informe preliminar fue el 8 de octubre de 2008. Dichos resultados indicaban que, los usuarios que llevasen más de 10 años utilizando el móvil, tienen más posibilidades de contraer tumores cerebrales, neuromas acústicos, gliomas o tumores de la glándula parótida.
A estos resultados parciales se unía el meta-análisis de Hardell (2008), que confirma los resultados para los usuarios que llevan 10 años o más utilizando el teléfono móvil: existe incremento del riesgo de padecer un tumor cerebral.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS - WHO), al frente del proyecto Interphone, tomó un compromiso en mayo de 2009 de finalizar la redacción del documento definitivo en un breve plazo de tiempo, ante el retraso que llevaba y los avisos del Parlamento Europeo (puntos G y 14). Cambió incluso de directora de proyecto.
Por si acaso, dicha ex-directora estará el próximo 27 de mayo presentando en Burdeos los resultados en una conferencia patrocinada por la European BioElectromagnetics Association. También, su antiguo jefe, Repacholi -criticado por la prestigiosa revista The Lancet- ya se adelantó el pasado 2 de diciembre de 2009, y anunció que "la publicación de los resultados de Interphone no podrá terminar con el debate entre los móviles y el cáncer".
En el estudio, que ha contado con un presupuesto de 30 millones de dólares, han participado investigadores de Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia y del Reino Unido. La última vez que emitieron un informe preliminar fue el 8 de octubre de 2008. Dichos resultados indicaban que, los usuarios que llevasen más de 10 años utilizando el móvil, tienen más posibilidades de contraer tumores cerebrales, neuromas acústicos, gliomas o tumores de la glándula parótida.
A estos resultados parciales se unía el meta-análisis de Hardell (2008), que confirma los resultados para los usuarios que llevan 10 años o más utilizando el teléfono móvil: existe incremento del riesgo de padecer un tumor cerebral.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS - WHO), al frente del proyecto Interphone, tomó un compromiso en mayo de 2009 de finalizar la redacción del documento definitivo en un breve plazo de tiempo, ante el retraso que llevaba y los avisos del Parlamento Europeo (puntos G y 14). Cambió incluso de directora de proyecto.
Por si acaso, dicha ex-directora estará el próximo 27 de mayo presentando en Burdeos los resultados en una conferencia patrocinada por la European BioElectromagnetics Association. También, su antiguo jefe, Repacholi -criticado por la prestigiosa revista The Lancet- ya se adelantó el pasado 2 de diciembre de 2009, y anunció que "la publicación de los resultados de Interphone no podrá terminar con el debate entre los móviles y el cáncer".
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