23 febrero 2009

2 antenas, 7 tumores

(Fuente: Diario Noticias de Álava, AVAATE, MicrowaveNews, Antenas-peligro-móvil; imagen: Elektrosmognews.de)

Así, con un contundente "2 antenas, 7 tumores" titulaba este pasado sábado el Diario Noticias de Álava la noticia en la que relataba cómo en un mismo edificio de Vitoria-Gasteiz, 7 personas enfermaban de cáncer, 3 de las cuales ya han fallecido. Tienen dos antenas a escasos metros de su casa y ya no creen en las coincidencias.

Lo mismo pasa en Getxo, en Badajoz, Salceda de Caselas, Santa Coloma, etc. En cualquier parte puedes encontrarte esta "coincidencia". Hoy mismo nos informaban de otra concentración de cáncer y muertes alrededor de una antena en Alcorcón (Madrid).

No bastan los 10 estudios contrastados disponibles por la Organización Mundial de la Salud (OMS -WHO), que alertan de los riesgos de vivir cerca de las antenas de telefonía móvil. No bastan tan sólo los estudios israelí de Wolf&Wolf o el alemán de Naila, que alertan de un incremento de la tasa de tumores en un 3,2 en los 400 metros alrededor de una antena.

Se quedan con que los niveles legales permitidos no son sobrepasados. Pero, ¿contemplan estos niveles legales una protección para exposiciones permanentes?. NO. Tan sólo protegen contra los efectos térmicos -de otros efectos biológicos ni hablan- de una exposición de 6 minutos, que es el tiempo máximo que miden en un punto. El Parlamento Europeo, además, ya ha dicho que estos niveles están obsoletos.

Mientras, en Estados Unidos se alarman por una concentración (clúster) de 8 cánceres de pecho en la Universidad de San Diego (California) -cuyo origen sospechan pueda estar en las emisiones de campos electromagnéticos de unos motores de ascensor-. Y aquí, con 23 casos de cáncer y 14 fallecidos en una urbanización, los políticos se quedan tan anchos diciendo que entran dentro de las tasas normales...

Lejos vamos si no son capaces de ver lo que está pasando... Luego dirán que nadie se lo había advertido. Nosotros SÍ.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tremendo, la verdad