17 diciembre 2008

El peligro sólo se ve cuando se es oposición

(Fuente: Deia; imagen: Next-Up)

Esta mañana nos hemos despertado con la noticia de que el PNV de Trapagaran insta a precintar las antenas de telefonía ilegales que existen en el municipio, ya que las consideran un riesgo para la salud de los ciudadanos. Casi como en Getxo, que no hacen caso de los estudios científicos que les presentamos "porque están en inglés".

Llevamos bastante tiempo pidiendo al Consistorio de Getxo el listado de las antenas de telefonía móvil junto con sus licencias urbanísticas concedidas. Siempre hay trabajos en marcha o borradores no presentados, pero ninguna documentación presentada: ni siquiera en el famoso Grupo de Trabajo de Antenas de Telefonía Móvil. Promesas todas, datos ninguno.

El mismo partido político tiene una opinión diferente en función de si gobierna o está en la oposición. El PNV de Portugalete propone una franja de seguridad de 100m. respecto a lugares considerados sensibles como guarderías, centros de enseñanza y salud, parques públicos, residencias o centros geriátricos. En Getxo, el mismo partido permite antenas de telefonía móvil a escasos metros de todos los ambulatorios y varias guarderías e institutos del municipio. En Portugalete, el PNV criticaba al Ayuntamiento por "la desprotección de los edificios adyacentes", exigiendo "una protección explícita de los edificios anexos, puesto que se da el caso de antenas a escasos metros de una vivienda. En Getxo, los vecinos colindantes a una antena no están directamente afectados, según el Consistorio.

¿En qué quedamos?. Las únicas que ganan con estos cambios de criterio político, que facilitan situaciones de ilegalidad, son las operadoras: todo por el bien del pueblo y por no quedarnos en las cavernas, alegan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo mismo, lo mismo que comentas pasa con el Pnv de Barakaldo (bueno y con otros partidos también), aunque yo tengo serias dudas de que haría el Pnv de Barakaldo si llegara a gobernar, no me fío nada de estos partidos políticos ni de sus "amiguitos", las grandes empresas, sus auténticos dueños y no los votantes que solo cuentan el día de las elecciones.