(Fuente: ASIDES, Asociación Independiente para la Defensa de la Salud de Zaragoza y Toni Oller)
Ayer salió publicado en La Vanguardia un artículo referente a las quejas de las madres y los padres de las escuelas de Tres Pins y del Bosc, en Monjuïc. Ya no se cumplen ni las distancias de seguridad, y a las operadoras les importa bien poco que haya centros sensibles, con niños. Lo primero es lo primero, que es el dinero.
No les basta con el caso del colegio García-Quintana (Fuente: El Mundo) o el Penyagolosa de Burriana (Fuente: Periódico Mediterráneo), que, a pesar de ser legales las antenas, y ante los casos de tumores infantiles, se vieron obligados a eliminar. La prevención parece que no existe para las operadoras. Sólo cuenta si hay tumores o incluso muertes infantiles. ¿Cuándo van a aprender que las bajas frecuencias pulsantes que emiten están catalogadas como posibles agentes cancerígenos, a pesar de ser legales?¿Cuándo van a aprender que los niños son personas sensibles que tienen derecho a una vida sana?.
El pasado 23 de febrero, el espacio "Proteste Ya!", del programa Caiga Quien Caiga de Tele 5, también trató el mismo problema en el Colegio Cervantes de Vall d´Uxo (Castellón). También se da la "coincidencia" de que los vecinos se quejan de problemas de sueño, cefaléas, hiperactividad en los niños,... ¿Por qué existen estas similitudes en diferentes lugares geográficos?¿Es que tenemos todos la misma imaginación, tal y como dicen las operadoras?.
Seamos serios, operadoras, hay un PROBLEMA y dentro de poco les va a desbordar. Resuélvanlo antes de que las realidad les supere...
27 febrero 2007
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