La Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética (PECCEM), además de reclamar a las autoridades el reconocimiento oficial de enfermedades como la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y la Electrohipersensibilidad (EHS), continúa su batalla para que los grupos políticos se posicionen de manera clara respecto a los agentes causantes de estas enfermedades y las autoridades estatales, autonómicas y municipales adopten las medidas necesarias para frenar sus efectos negativos en la población.
En este marco, valora de manera “muy positiva el trabajo llevado a cabo en el Congreso por IU y su grupo parlamentario” y vuelve a solicitar al Gobierno español y a la propia UE que promueva estudios de “los cada vez más numerosos casos (cluster) de afectados de cáncer y otras enfermedades relacionadas con la exposición a campos electromagnéticos”. Por ende, tras realizar una serie de enmiendas al Proyecto de Ley General de Salud Pública, actualmente en el Congreso, la PECCEM prepara ahora una batería de rectificaciones de la reforma de la Ley General de Telecomunicaciones.
En el plano de la vigilancia y prevención de un tipo de contaminación que proviene de elementos como las antenas de telefonía móvil, las redes WiFi o las instalaciones eléctricas de alta tensión, emplaza a los ayuntamientos “a controlar las radiaciones que recibe la población”, tal y como hace el Consistorio de Leganés gracias a la aplicación de una ordenanza modélica recientemente aprobada. Además, tomando como ejemplo este caso, denuncia la actitud de las operadoras de telefonía, que han solicitado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la suspensión de la norma en un intento de paralizar su aplicación. Pero por ahora, subraya la PECCEM, la ordenanza se está aplicando con éxito y la restricción de emitir con unos niveles máximos de 0,1 microvatios/cm2 no ha generado ningún problema de cobertura telefónica, en todo tipo de llamadas.
En el plano de la vigilancia y prevención de un tipo de contaminación que proviene de elementos como las antenas de telefonía móvil, las redes WiFi o las instalaciones eléctricas de alta tensión, emplaza a los ayuntamientos “a controlar las radiaciones que recibe la población”, tal y como hace el Consistorio de Leganés gracias a la aplicación de una ordenanza modélica recientemente aprobada. Además, tomando como ejemplo este caso, denuncia la actitud de las operadoras de telefonía, que han solicitado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la suspensión de la norma en un intento de paralizar su aplicación. Pero por ahora, subraya la PECCEM, la ordenanza se está aplicando con éxito y la restricción de emitir con unos niveles máximos de 0,1 microvatios/cm2 no ha generado ningún problema de cobertura telefónica, en todo tipo de llamadas.
1 comentario:
A ver si se hace justicia y reconocen estas enfermedades.
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