Sabemos que la radiación no ionizante (RNI) producida por las antenas de telefonía móvil y la de los propios teléfonos móviles no produce directamente cáncer. También sabemos que la melatonina segregada por la glándula pineal es uno de los mayores anticancerígenos que segrega el cuerpo. Entonces, si las RNI pudiesen afectar a la glándula pineal, nuestro cuerpo sería más vulnerable a padecer un cáncer. Obviamente, hay más factores que pueden intervenir como la predisposición genética y otros factores ambientales.
El famoso Michael Repacholi ya pudo demostrar en 1997 como, ratas con predisposición a sufrir un cáncer, desarollaban el tumor más rápidamente cuando estaban en un entorno con RNI. El catedrático Franz Adlkofer (coordinador del proyecto europeo REFLEX) también ha alertado de los efectos no térmicos de estas RNI. Éstas son capaces de afectar a las células y no precisamente para bien. Joseph Friedman de The Weizmann Institute of Science de Israel ya lo ha demostrado. Y está publicado por The Biochemical Journal, que exige validar y contrastar los resultados antes de publicar el estudio (por si el Sr. Goñi no lo conocía).
Aún no se han publicado los resultados finales del Proyecto Interphone. Llevan cerca de tres años tratando de consensuar los resultados de estudios llevados a cabo en 13 países. Lo que muestran resultados parciales es que, quizás no hay peligro a corto plazo pero, los usuarios que lleven más de 10 años utilizando el móvil, tienen más posibilidades de tener tumores cerebrales, neuromas acústicos, gliomas o tumores de la glándula parótida.
En Francia, en 20 años la incidencia del cáncer se ha incrementado en un 60%. Curiosamente, los gliomas y neuromas acústicos son los que más se dan entre los adultos franceses, mientras que son muy raros de ver entre los niños. Al menos, la Ministra de Sanidad francesa ya alerta de los peligros de la telefonía móvil.
Aquí, como no hay esos estudios ni parece que quieran promoverlos, nos contentaremos en celebrar este día pensando en el tabaco, que es lo único que parece que provoca cáncer en nuestro país ...
El famoso Michael Repacholi ya pudo demostrar en 1997 como, ratas con predisposición a sufrir un cáncer, desarollaban el tumor más rápidamente cuando estaban en un entorno con RNI. El catedrático Franz Adlkofer (coordinador del proyecto europeo REFLEX) también ha alertado de los efectos no térmicos de estas RNI. Éstas son capaces de afectar a las células y no precisamente para bien. Joseph Friedman de The Weizmann Institute of Science de Israel ya lo ha demostrado. Y está publicado por The Biochemical Journal, que exige validar y contrastar los resultados antes de publicar el estudio (por si el Sr. Goñi no lo conocía).
Aún no se han publicado los resultados finales del Proyecto Interphone. Llevan cerca de tres años tratando de consensuar los resultados de estudios llevados a cabo en 13 países. Lo que muestran resultados parciales es que, quizás no hay peligro a corto plazo pero, los usuarios que lleven más de 10 años utilizando el móvil, tienen más posibilidades de tener tumores cerebrales, neuromas acústicos, gliomas o tumores de la glándula parótida.
En Francia, en 20 años la incidencia del cáncer se ha incrementado en un 60%. Curiosamente, los gliomas y neuromas acústicos son los que más se dan entre los adultos franceses, mientras que son muy raros de ver entre los niños. Al menos, la Ministra de Sanidad francesa ya alerta de los peligros de la telefonía móvil.
Aquí, como no hay esos estudios ni parece que quieran promoverlos, nos contentaremos en celebrar este día pensando en el tabaco, que es lo único que parece que provoca cáncer en nuestro país ...
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