(Fuente e imagen: Pathophysiology)
Como ya publicábamos en marzo de este año, cada vez son más los científicos que alertan que los límites legales de exposición a campos electromagnéticos deben reducirse drásticamente, dado que los actuales no evitan ni riesgos a largo plazo, ni riesgos a población más vulnerable: no sirven para la protección de la salud de la población. Y exponen sus argumentos en revistas científicas que contrastan los resultados presentados antes de publicarlos.
Es el caso de la publicación Pathophysiology, que dedicó expresamente el número de agosto a los efectos de los campos electromagnéticos: sobre el ADN, sobre el cerebro, sobre el entorno y sobre cómo deben establecerse políticas basadas en el Principio de Precaución, sobre todo viendo los errores que se han comentido en el pasado con otras políticas públicas que tenían que haber reaccionado mucho antes de causar el daño sobre la población y que trataron de paliar cuando ya era demasiado tarde.
"Este número especial de Pathophysiology (Volumen 16, números 2 y 3, de agosto 2009) trata de la sensibilidad del cuerpo humano frente a las señales del campo electromagnético en el ambiente. Por ejemplo, los efectos de los campos electromagnéticas en el ADN, los efectos de la radiación del teléfono movil en el cerebro y cómo pueden producir Alzheimer, demencia y cáncer de mama. Estas pruebas científicas nos dicen que nuestras normas de seguridad son inadecuadas y que debemos protegernos de la exposición a las radiaciones de los campos electromagnéticos causadas por los cables de energía, teléfonos móviles y similares", comenta el doctor Martin Blank, catedrático adjunto del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia (EEUU).
Como ya publicábamos en marzo de este año, cada vez son más los científicos que alertan que los límites legales de exposición a campos electromagnéticos deben reducirse drásticamente, dado que los actuales no evitan ni riesgos a largo plazo, ni riesgos a población más vulnerable: no sirven para la protección de la salud de la población. Y exponen sus argumentos en revistas científicas que contrastan los resultados presentados antes de publicarlos.
Es el caso de la publicación Pathophysiology, que dedicó expresamente el número de agosto a los efectos de los campos electromagnéticos: sobre el ADN, sobre el cerebro, sobre el entorno y sobre cómo deben establecerse políticas basadas en el Principio de Precaución, sobre todo viendo los errores que se han comentido en el pasado con otras políticas públicas que tenían que haber reaccionado mucho antes de causar el daño sobre la población y que trataron de paliar cuando ya era demasiado tarde.
"Este número especial de Pathophysiology (Volumen 16, números 2 y 3, de agosto 2009) trata de la sensibilidad del cuerpo humano frente a las señales del campo electromagnético en el ambiente. Por ejemplo, los efectos de los campos electromagnéticas en el ADN, los efectos de la radiación del teléfono movil en el cerebro y cómo pueden producir Alzheimer, demencia y cáncer de mama. Estas pruebas científicas nos dicen que nuestras normas de seguridad son inadecuadas y que debemos protegernos de la exposición a las radiaciones de los campos electromagnéticos causadas por los cables de energía, teléfonos móviles y similares", comenta el doctor Martin Blank, catedrático adjunto del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia (EEUU).
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