Como era de esperar, salió la noticia en los medios de comunicación: nos dicen que podemos estar tranquilos ya que, según el mapa radioeléctrico de Bilbao (BIMAR), las antenas de Bilbao emiten por debajo de los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tan sólo unas puntualizaciones al BIMAR.
- La OMS no establece los límites de exposición de los sistemas radioeléctricos. Si les escribes sobre este tema, te remiten a la entidad privada ICNIRP (Comité Internacional para la Radiaciones No Ionizantes), que son quienes establecieron unos niveles de referencia hace más de 10 años. Quien establece los límites es el MITyC (Ministerio de Industria) con su RD 1066/2001. Por tanto, parece que hay interés en utilizar el nombre de la OMS sin mucho sentido.
- Existen llamamientos por parte de científicos que alertan que los niveles establecidos en la mayoría de los países no PROTEGEN la salud de la población y en particular de los grupos más vulnerables como los niños. Que los límites actuales están desfasados y no contemplan otros efectos que pueden producir las radiaciones no ionizantes, diferentes a los térmicos. El último es el de SELETUN (Noruega).
- Los ciudadanos estaríamos menos intranquilos sabiendo que las 1.133 antenas y 186 emplazamientos tienen todas las licencias al día. ¿Por qué no dice la concejal cuántas de estas instalaciones tienen todas las licencias urbanísticas en orden?. El Ayuntamiento no se debería quedar con el papel de espectador de un estudio, sino actuar y darle "valor añadido".
- LEGALIDAD no significa INOCUIDAD. El tabaco también es legal, y no nos deja tranquilos saber que sólo se fuma en lugares determinados: la gente a la que permiten comprar tabaco se está MURIENDO, o la está matando la industria que se quiere enriquecer a base de vender algo dañino.
- La comunidad científica no da por segura este tipo de radiaciones, que se introducen MASIVAMENTE en el mercado (técnicas de consumismo dirigido) sin haberse previamente ratificado su inocuidad, sobre todo a medio plazo y de forma acumulativa. Es falso que no haya estudios de demuestren sus riesgos. El último que hemos encontrado indica que hay efecto sobre las células humanas in vitro, induciéndolas a efectos tóxicos para los genes (genotóxicos).
- Por último, falta sentido común y racionalidad en el consumo. ¿Llevarías a tus hijos a un parque como el de Artxanda, con esas antenas a escasos metros del parque infantil?
Nos llama la atención que por fumar en un lugar prohibido multen rápidamente (en menos de dos meses) al dueño del restaurante con 145.000 Euros. Mientras, podemos ver cómo una antena ilegal puede seguir funcionando durante 4 años con una multa total de 6.000 Euros. Aquí hay algo que no funciona...
En Getxo tenemos un estudio similar, pero no sabemos cuándo lo publicará el Ayuntamiento, si es que lo hace. Igual quiere marcarse un gol electoral con ello, en cuyo caso sería como para denunciarles, ya que mientras no lo publican, se siguen instalando antenas en el municipio y el estudio se queda desfasado.
Seguiremos trabajando GRATUITAMENTE para que los intereses de la industria no prevalezcan sobre la SALUD de la población, como ya ha pasado con el tabaco, amianto, talidomida, etc..
4 comentarios:
Como siempre muy buen trabajo de información, sensibilización, concienciación y principio de precaución.
Gracias.
Animo desde Zaragoza, a seguir luchando, como también seguimos en la pelea por estos lares, para que la verdad prevalezca ante tanto sinvergüenza-terrorista de la salud.
Ahora resulta que nuestros niños y niñas se exponían a las radiaciones de las antenas de Artxanda. Nuestros mayores también. Y mientras tanto el Ayuntamiento de Bilbao, con Azkuna a la cabeza diciendo por la radio gubernamental que las radiaciones no matan y que como él es médico especializado en radiaciones, que nadie se atreva a discutírselo.
La irresponsabilidad ha llegado al poder y los mandamases se creen imbuidos de autoridad para decirnos lo que es bueno para nosotras, que casualmente también es bueno para los intereses de las grandes compañías de telefonía.
Y si todo el mundo traga en Bilbao, luego usarán al mismo técnico para que firme fotocopias de ese mismo estudio cambiando donde pone Bilbao por Getxo o cualquier otra población necesitada de justidficar lo injustificable para benefício de las intocables multinacionales de la comunicación.
Buena información, pero polémica.
Se me ocurren los siguientes comentarios:
1.- La única responsabilidad de los políticos es que se cumpla la legislación vigente.
2.- Si se quieren cambiar los niveles máximos hay que solicitarlo como bien se dice al ICNIRP, que es quien tiene, se supone profesionales con conocimiento.
3.- Si alguien o alguna organización médica puede demostrar los efectos nocivos tendría que comunicarselo a la OMS.
4.- Un Ayuntamiento es el lugar menos adecuado para reclamar que se bajen unos niveles. El Ayuntamiento debe garantizar que se cumpla la ley, efectuando las mediciones oportunas.
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