04 agosto 2011

Curso de verano sobre radiación electromagnética

(Fuente: UPV/EHU, El Correo; imagen: UPV/EHU)

El 28 y 29 de julio pasado, en el marco del XXX Cursos de Verano y XXIII Cursos Europeos de Donostia-San Sebastián, organizados por la UPV/EHU, en el bloque L, 'Ciencias De La Salud / Health Sciences', se celebró el curso 'Radiación electromagnética y salud ambiental'.

El curso pretendía cubrir la demanda actual de formación en aspectos de los campos electromagnéticos (CEM) y la salud, tanto de la población en general como de técnicos en ayuntamientos, responsables de centros docentes y otros espacios públicos (bibliotecas, zonas de ocio ...), profesores en materias relacionadas (derecho ambiental, tecnologías de la información y las comunicaciones), o médicos, que pudieran a su vez trasladar a la población, en el ejercicio de sus profesiones y en respuesta a las cuestiones que también a éstos se les plantean

En los dos días del curso, se plantearon cuestiones relacionadas con el estado de las investigaciones médicas en torno a los posibles efectos de los CEM sobre la salud, la situación de los afectados, la legislación existente, las tecnologías y métodos necesarios para realizar correctas mediciones de los CEM, el papel y responsabilidades de instituciones y organizaciones ciudadanas en esta materia, etc.

Entre los ponentes, pudimos encontrar, entre otros, al abogado Agustín Bocos, de la Asociación de Derecho Ambiental Español (ADAME) o al médico e ingeniero superior de telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid Ceferino Maestu.

Este último, alertó de los efectos nocivos del uso del teléfono móvil, indicando que ya hay indicios que relacionan el uso de este dispositivo, que emite radiaciones electromagnéticas no ionizantes, con problemas cognitivos, cambios en la fisiología cerebral, variaciones en la densidad de sangre, y problemas de conducta e hiperactividad en niños y adolescentes.

Un doctor en Informática, ingeniero superior de telecomunicaciones y escéptico militante reconocido, también presente en la mesa de debate final, quiso minimizar -cuando no negar- los efectos nocivos sobre la salud de la telefonía móvil. No pudo rebatir los estudios que le presentó Maestu, ya que, aunque era al igual que él ingeniero de telecomunicaciones, no era médico.

02 agosto 2011

La Justicia reconoce la hiperelectrosensibilidad (EHS)

(Fuente: EuropaPress, TodoAlergias, Globedia, El País)

El mes pasado se hizo público una sentencia pionera, en la que un juez ha dado la razón a una trabajadora que solicitaba que la Seguridad Social le otorgase la invalidez permanente y absoluta por hipersensibilidad electromagnética y ambiental.

La hipersensibilidad electromagnética, electrosensibilidad o alergia a las ondas electromagnéticas provoca distintos síntomas como hormigueo, pérdidas de concentración y memoria, dolores o sensación de gripe inminente, entre otros, y está motivada por la gran cantidad de ondas electromagnéticas que nos envuelve hoy en día, y que provienen, principalmente, de puntos WiFi, teléfonos móviles, inalámbricos, radiodespertadores, microondas y otros dispositivos.

En algunos países, como Suecia, esta enfermedad ya es reconocida como una discapacidad. En Italia, a finales de 2009, un Tribunal de Justicia dictó una sentencia similar para dos trabajadores, debido a la radiación recibida durante 10 años por el uso intensivo de teléfonos móviles e inalámbricos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la hipersensibilidad electromagnética se parece a la sensibilidad química múltiple (SQM) y ha mantenido recientemente una reunión con representantes de colectivos y especialistas de nuestro país, dedicados al estudio y a dar a conocer la influencia de estas sensibilidades en la salud.

El caso juzgado en Madrid corresponde a una trabajadora de la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense de 42 años, que trabajaba como auxiliar de servicios en la Universidad desde 1989, y sufría -según diagnóstico del equipo de valoración de incapacidades- síndrome de fatiga crónica, enfermedad celíaca, fibromialgia y síndrome de hipersensibilidad electromagnética y ambiental.

La sentencia del Juzgado de lo Social Nº 24 de Madrid, reconoce que las dolencias sufridas por esta mujer, que le fueron diagnosticadas el pasado año, la incapacitan para realizar su labor profesional en la universidad.